«Ahora, por fin, Blas de Lezo saldrá de su ostracismo. Su destacada labor en las guerras mantenidas durante la sucesión de Carlos II y el advenimiento de Felipe V, en la que se convirtió ya en azote de ingleses desde 1704 cuando perdió la pierna, en 1714 en la toma de Barcelona que le costó la inmovilidad de un brazo, así como en la posterior liberación de Mallorca,...
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