«No puede haber un sistema político que sea sólo de izquierdas (“la revolución”) ni sólo de derechas (“liberalismo”). La sociedad es como un hombre, como un cuerpo. Necesita de las dos fuerzas trabajando juntas y armoniosamente. Dos sueños malignos hay en la sociedad: uno consiste en cortar muchas cabezas, el otro en poner muchas cadenas»
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