«Nunca he creído que todas las ideas sean respetables. En realidad, nadie lo cree, empezando por quienes dejan caer ese lugar común para, a continuación, considerar que el hecho de no pensar como ellos es motivo bastante para ser asesinado. En la base misma de nuestro consenso cultural, el crimen nunca es atenuado por cometerse en nombre de una idea»
Leer la noticia completa en ABC.es: