Los ganaderos gallegos han hecho suyo eso de «la unión hace la fuerza» para plantar a cara a una situación insostenible. Se quejan de que la industria les compra la leche a precios que ni siquiera cubren los gastos de producción y exigen algún tipo de mediación para fijar una cantidad «digna» que blinde su trabajo diario y, por ende, el futuro de sus granjas....
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