Subirse al tren ha sido exigencia y metáfora de progreso para una sociedad occidental envejecida y obligada desde el siglo pasado a sobrevivir en un mundo que ya no le pertenece. Subirse a un camión, en cambio, es la única salida posible en condiciones aún más precarias: en Calais lo hacen los inmigrantes que tratan de llegar al Reino Unido como mercancía, en...
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