Después de cuatro años intentándolo, esta se- mana he podido por fin entrar en la siniestrada central nuclear de Fukushima, escenario del peor desastre atómico desde Chernóbil en 1986. Me moría de ganas por hacerlo porque cubrir el tsunami de Japón, que provocó el accidente en la planta atómica, ha sido la experiencia profesional más intensa de mi vida.
A bordo...
Suscribete para leer la noticia completa:

