Llovía en Madrid, la gente se tuvo que tapar y no fue fácil aplicar aquello, certero y casi bíblico, de «por sus capuchas los conoceréis». Si no la cara, a la marcha de ayer se le podían sacar los colores. De todo había en Colón: proetarras, anarquistas, comunistas, podemistas –ya encastados, en perfecta formación y posición de saludo–, sindicalistas del campo...
Suscribete para leer la noticia completa: