De parecida manera a la de aquel moribundo que le confesó al doctor Santiago Lorén que se marchaba de este mundo «sin entender a las mujeres y sin saber para qué servían las diputaciones provinciales», es muy probable que muchos abandonemos esta vida sin tener claras las diferencias entre un cocodrilo y un caimán. Para mí que esto es un caimán, porque son frecuentes...
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