El color de la piel de los inmigrantes que llegan a Europa, como sea, procedentes del Sur, está cambiando. Otra vez. Hace diez años eran magrebíes que se embarcaban en pateras o cayucos hacia Canarias o el Estrecho. Hoy son subsaharianos que saltan vallas y arrasan puestos fronterizos. Pero cada vez son más los sirios, libios e iraquíes los que huyen, simplemente...
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