«One, two, three, where is the ball? Here?». El Chucky corre con la fama de ser el trilero más habilidoso que haya pisado nunca la Rambla. Sus dedos son como puntas de látigo. Tris, tras, visto y no visto; el «mirlo» llorando y el billete de cincuenta euros en el bolsillo. Y vuelta a empezar. «One, two, three, where is the ball? Here?»...
El Chucky tiene los ojos...
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