Después de seis meses de cacería, la caída del pederasta de Ciudad Lineal ha echado sobre Madrid un manto de alivio. Pero el arresto de Antonio Ortiz Martínez, con lo que tiene de descubrimiento de las caras del monstruo, también ha dispensado las últimas dosis de horror. Para empezar, en Santander, donde lo apresó la Policía. Cuando los vecinos supieron que...
Suscribete para leer la noticia completa:

