Para perseguir un anhelo de 16 años, el Athletic dispuso un escenario inigualable, un estadio a estrenar, el nuevo San Mamés finalmente terminado en todo su perímetro, repleto con 50.000 espectadores. Ese ambiente eléctrico es el que tenían esperando al Nápoles para el partido de vuelta de la previa de la Champions, después de que la visita a San Paolo terminara...
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