Más propio de la primavera que de un verano que no termina de desplegarse por la península, el granizo blanqueó ayer el paisaje de numerosas ciudades del centro y el norte de España, azotadas por tormentas y lluvias torrenciales. Los rayos de la jornada anterior –más de 20.000 en toda la península– dieron ayer paso a las precipitaciones, tan intensas que provocaron...
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