La brutalidad que se vive en Irak desde hace semanas poco tiene que ver con la primera guerra del Golfo o con la segunda. Se trata de un botón de muestra, otro más, de las mil y una franquicias de Al Qaida, que dejan a Bin Laden como un aprendiz. Las bestias del Estado Islámico de Irak y Levante que masacran por Siria y hacia Bagdad son iguales que los animales...
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