Tras un Viernes Santo marcado por el sol y las altas temperaturas, con las calles abarrotadas de gente y las cofradías luciendo sus mejores galas después de años ahogadas por la lluvia, la Semana Santa de Castilla y León rezó ayer en silencio el luto por la muerte de Cristo, sólo marcada por los desfiles de las distintas tallas de la Soledad que como cada Sábado...
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