Muy ceremoniosa cuando se lo propone, Angela Merkel tomó ayer el té de las cinco en Buckingham Palace, donde departió con Isabel II al calor de su ya célebre barra eléctrica, camuflada en el hueco de la chimenea. Sin embargo, el plato fuerte de su jornada londinense se sirvió, bastante frío, durante una sesión conjunta de los lores y los comunes. La canciller...
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