Galicia agachó ayer la cabeza para protegerse del barrido de los vientos de «Qumaira», que ha dejado rachas de hasta 144 kilómetros por hora y olas de hasta ocho metros. La costa pasó el día en alerta roja, y volvió a paralizarse la pesca. El paso fue rápido. La borrasca hoy ha seguido su viaje hacia otra parte. Pero ya hay otra en camino. «Ruth» se acerca con...
Suscribete para leer la noticia completa:

