Serán solo unos pocos pioneros, enfundados en monos desechables, provistos de mascarillas, cada uno con su propia linterna, porque allá adonde van no existe luz eléctrica. Como nautas de la máquina del tiempo, cinco personas solo, cada semana, cruzarán esta frontera hacia el pasado remoto; serán elegidos por azar, entre los visitantes del Museo de Altamira, y...
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