Se trataba de un partido cargado de simbolismo para el Barcelona, que visitaba por primera vez en Ámsterdam al Ajax, el equipo en cuyas esencias se había inspirado, y cuyo modelo había refinado hasta el extremo de dominar Europa. El alumno aventajado, frente al maestro decadente. También iba allí a buscar su ración de significado Gerardo Martino, el entrenador...
Suscribete para leer la noticia completa:

