HACE dos décadas, los pequeños comerciantes del centro de la capital tinerfeña lo tenían, más que claro, clarísimo: si el nuevo Corte Inglés se ubicaba en las inmediaciones, sus negocios acabarían por echar el cierre. Hicieron todo lo posible para que no ocurriese. Y lo lograron, vaya si lo lograron: acabó por levantarse en una Avenida Tres de Mayo que por aquel...
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