En Madrid no hay playas paradisiacas, ni grandes lagos o infinitas montañas siempre blancas. Pero hay otros superlativos capaces de ejercer una atracción irresistible. El eje cultural del Prado-Recoletos es uno de ellos. En esta columna vertebral del arte se concentran tres de los más preciados ecosistemas artísticos del mundo: la pinacoteca del Prado, el Centro...
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