Viendo que la cosa se ponía caliente en Gibraltar, su ministro principal –y acaso principal problema– ensayó este domingo una fórmula física revolucionaria para rebajar la temperatura: «El infierno se congelará antes de que el Gobierno remueva alguno de esos bloques», vaticinó en referencia a las barricadas de hormigón que tiene a bien lanzar al mar y que impiden...
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