La festividad de San Ignacio de Loyola no se quedó ayer al margen del intenso y extenso programa de sermones con que —de Río de Janeiro a Roma— el Papa Francisco trata de poner orden en la Iglesia. Ni siquiera la Compañía de Jesús, de la que procede el Santo Padre, se ha librado de los reproches papales. «No puede haber caminos paralelos o aislados», señaló el...
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