Por estas mismas fechas del año pasado, el beneficiario de esta foto empezaba a estar triste. A la vez, el entrenador del principal rival de los protagonistas de la foto no podía, ni en el peor de sus sueños, imaginar que debería abandonar el fútbol para luchar contra el cáncer. Al tiempo, el presidente de la foto proseguía el calvario de la chulería infinita...
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