Hay cosas que no se olvidan. Recuerdo la primera vez que entré en la productora de Elías Querejeta. Estaban terminando de montar ‘El sur’. Fui con el contacto de una persona común que había estudiado con él, era un pariente lejano mío, y recuerdo perfectamente aquel primer encuentro y los siguientes. Elías vio que yo amaba el cine, que compartíamos una pasión...
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