Cuando Pascual Sala abandone en breve la presidencia del TC –quiera el Gobierno que no haya que esperar otra vez a que los pájaros mamen–, bien podría convertirse en el Neymar del Consell de Garanties Estatutàries de Catalunya, órgano consultivo de la Generalitat encargado de meter con calzador las leyes del Estatut en el zapato de la Constitución española. Si...
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