Asegura el alcalde de Isquia, donde Angela Merkel suele pasar sus vacaciones de Semana Santa, que la canciller lleva en la isla napolitana «una vida muy apartada» y que trata de pasar inadvertida, «como demuestra su carácter de mujer reservada». Discreta y ajena a las multitudes, quizá porque no se siente muy querida en un país fracturado por sus recetas económicas,...
Suscribete para leer la noticia completa: