No ha topado con la Iglesia, sino que ha ido más allá el caudillo venezolano, que en su último discurso no pudo evitar encomendarse al Altísimo para que le resuelva la papeleta económica y saque a su país de la ruina. La fe mueve montañas, pero no suele afectar al mercado petrolífero. Como en las peores películas del género de las catástrofes, Maduro confía en...
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