EL paso que acaba de dar Barack Obama aceptando normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba puede considerarse como el desenlace del último capítulo pendiente de la Guerra Fría. Por desgracia, ese deshielo entre Washington y La Habana no se ha producido en las condiciones que hubieran sido deseables: Cuba sigue siendo una dictadura donde no se permiten el...
Suscribete para leer la noticia completa: