LOS principales agentes económicos del Reino Unido hace tiempo que realizan cálculos sobre los efectos catastróficos que tendría una eventual independencia de Escocia, tanto para los escoceses como para los propios británicos, que perderían peso específico en el mundo. La separación no es buen negocio para nadie, ni a corto ni a medio ni a largo plazo, como confirman...
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