La nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no quiere tensiones. Sin embargo, la exjuez afrontó ayer su primera jornada laboral como «jefa» del Consistorio madrileño con una elevada dosis de presión. Dos asuntos graves la esperaban sobre la mesa. Primero, la dimisión de su concejal de Cultura, Guillermo Zapata, por sus chistes antisemitas y violentos. Y segundo,...
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