«Mira Jorge. Esto es un cazo. ¿Para qué sirve?». Y el crío, de seis años y con trastorno del espectro autista (TEA), se esfuerza para dar respuesta a Marisol, su integradora social. Así, lleva sus dedos hacia la imagen de ese cazo y la arrastra de forma correcta hasta el final del recorrido. Están delante de una gran pizarra digital, la gran apuesta para el aprendizaje...
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