Un piloto de la compañía marroquí Air Maroc se negó a embarcar en su nave a un inmigrante esposado y escoltado por dos agentes de la Policía Nacional que iba a ser deportado el lunes de la semana pasada en un vuelo rumbo a Guinea Bissau con escala en Casablanca. Alegó que en su nave no subían personas maniatadas, frustrando la expulsión de esa persona que fue...
Suscribete para leer la noticia completa: