Entre el Nuncio y la Costanilla de San Pedro, con el Madrid de los Austrias a sus pies, sufren los anderos el peso del trono de Jesús «El Pobre». Eran las siete y media de la tarde. Lo hacen sobre los hombros, sobre las manos, sobre sus brazos... Exprimen sus músculos para sacar de la estrecha puerta de San Pedro «El Viejo» la talla sevillana del siglo XVIII....
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