La balbuciente democracia tunecina recibió ayer un histórico aunque simbólico empujón. El premio Nobel de la Paz fue a parar al denominado Cuarteto para el Diálogo Nacional Tunecino por su papel en defensa de la todavía frágil transición en el país magrebí en los años 2012 y 2013, cuando la tensión política y la violencia estuvieron a punto de arruinar la revolución...
Suscribete para leer la noticia completa: