Sun Changhao, empleado de una empresa comercial de Tianjin, estaba durmiendo cuando, a las once y media, una atronadora explosión lo sacó de la cama. «La casa se movía tanto que pensé que era un terremoto, pero estaba confundido y no sabía qué hacer», explicaba ayer a ABC a las puertas del Hospital de Teda, la zona industrial sacudida el miércoles por la noche...
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