Tras cinco semanas cerrada, en su reapertura la Bolsa de Atenas vivió ayer un lunes negro en el que registró una caída de un 16,23%. Un hundimiento que, aunque esperado por los analistas, refleja la incertidumbre sobre la negociación con los acreedores, la inestable situación política y la precariedad de la economía griega. A la cabeza de las caídas se situaron...
Suscribete para leer la noticia completa: