El presidente francés, Francois Hollande, se mostró ayer optimista y dijo que las propuestas de Atenas son «serias y creíbles». En la misma línea se mostró el primer ministro italiano, Matteo Renzi. Pero desde Berlín, un portavoz del Ministerio de Finanzas aseguró que «queda muy poco margen para el compromiso».
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