Las instituciones acreedoras han decidido intensificar la presión sobre el Gobierno populista griego para que acepte sus exigencias a cambio de nuevas ayudas financieras que le salven de la quiebra. Desde Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) enfrió cualquier análisis optimista al afirmar que las posiciones están tan alejadas como el primer día,...
Suscribete para leer la noticia completa:

