Sturgeon, delfín y sucesora de Alex Salmond, habla con una gran convicción, sus detractores dirían incluso que con la fe sin fisuras del fanático. Ha sido la ganadora inesperada de los dos debates televisados, ataviada con sus trajes rojos, con tacones de vértigo para compensar su talla corta y haciendo gala de un izquierdismo de vieja escuela, muy básico en...
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