Las instituciones europeas se vuelcan para evitar que las acusaciones del líder radical Alexis Tsipras contra los Gobiernos español y portugués malogren el precario entendimiento que permitió prolongar la asistencia financiera a la quebrada Grecia. Si anteayer fue el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, el que aterrizó en Madrid para respaldar a Mariano...
Suscribete para leer la noticia completa: