La gran manifestación opositora de ayer en Moscú fue grave y silenciosa, propia del luto que guardan todos los demócratas en Rusia por el asesinato del líder opositor, Borís Nemtsov. La climatología también fue triste: el cielo nublado y una leve llovizna acompañaron a los manifestantes todo el recorrido. Pero la marcha fue multitudinaria. Las autoridades sostienen...
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