Mientras, por un lado, propicia acuerdos de paz, habla casi a diario por teléfono con sus colegas occidentales y exige el cumplimiento del alto el fuego; por otro, envía armas y hombres a los separatistas de Donetsk y Lugansk. El presidente ruso, Vladímir Putin, que continúa asegurando que su país no tiene nada que ver con la guerra en el este de Ucrania, admite...
Suscribete para leer la noticia completa: