En noviembre de 2006 dieron la vuelta al mundo las imágenes del exespía ruso Alexander Litvinenko, agonizando en el hospital del «University College» de Londres, víctima de la radiación. Se veía a un hombre calvo y sin cejas, de aspecto lunar, consumido, con cables monotorizando su pecho inútilmente. Iba perdiendo la vida a ojos vista mientras dedicaba su último...
Suscribete para leer la noticia completa:

