La tragedia del buque Ezadeen ha puesto de manifiesto un cambio de estrategia de los traficantes de seres humanos: el abandono de naves cargadas de inmigrantes a la deriva. Los traficantes de seres humanos compran –habitualmente en Grecia– barcos ya en desuso de entre 60 y 100 metros que pueden navegar en invierno y con el mar más embravecido. Parten en general...
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