No es habitual que el Senado de EE.UU. se reúna los sábados. Pero este fin de semana la ocasión lo requería: estaba pendiente la aprobación del presupuesto de gasto del país. Si la cámara alta no daba su visto bueno, hubiera supuesto el cierre de la Administración, como el ocurrido el año pasado.
A última hora de la noche, y en una sesión agónica, el Senado aprobó...
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