«Esto es Canadá», seguían repitiendo ayer algunas personas en las calles de Ottawa, la capital del país, como acogiendo aún con incredulidad que en una nación símbolo del consenso, de la paz social y de la convivencia pudiera haber ocurrido el ataque terrorista del miércoles.
El primer ministro, Stephen Harper, líder del Partido Conservador, se encargó de recordar...
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