La columna de humo negro es visible desde la lejanía. «Lleva así desde hace más de media hora», explica Mehmet Firat, un campesino kurdo de Turquía cuya casa se encuentra a escasos kilómetros de la frontera siria. Algo arde en Kobani. Sentados bajo un árbol, acuclillados a la sombra de una casa de adobe, una docena de refugiados de aquella ciudad contemplan la...
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