«Puede que no haya llevado la mejor de las vidas, pero esto fue un accidente», se excusó Donald Spirit a la vista de su historial delictivo cuando en 2001 mató sin querer a su hijo Kyle, de 9 años, al disparársele el arma en una excursión de caza. Lo del jueves por la noche no fue un accidente: Spirit, de 51 años, mató a una hija y a seis nietos –dos niños y...
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