El expresidente norteamericano Bill Clinton declaró a un grupo de empresarios que podía haber ordenado la muerte de Osama Bin Laden en 1998, «pero no lo hice para evitar daños colaterales». Según Clinton, la muerte del líder de Al Qaida habría ocasionado «la muerte de unos 300 civiles inocentes en la localidad afgana de Kandahar, así que no lo ordené porque no...
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